Población extranjera en Cantabria

 


La diapositiva que analizamos, basada en datos del Instituto Nacional de Estadística, ilustra la evolución de la población en Cantabria entre los años 2015 y 2025, dividida entre nacionales y extranjeros.

La tendencia más clara que nos muestran estos datos es un crecimiento constante y notable de la población extranjera en la comunidad, lo cual es fundamental para el tema de nuestra mesa redonda:

En 2015, Cantabria registraba 30.767 habitantes extranjeros.

Para el año 2025, esta cifra se proyecta en 50.886, lo que representa un aumento de más de 20.000 personas en una década.

Este incremento es significativo y debe enmarcarse en la pregunta central de hoy: "La integración fallida: ¿Qué hacemos mal?"

1. Necesidad de Integración: La población extranjera ha pasado de representar el 5,25% del total en 2015 a casi el 8,6% en 2025. Este aumento estructural nos obliga a plantear si las estructuras de acogida, el mercado laboral y los servicios públicos (educación, sanidad) han evolucionado a la misma velocidad y con la misma calidad que el crecimiento de esta población.

2. El Factor Demográfico: El ligero descenso o estancamiento de la población nacional resalta que la población extranjera es un motor demográfico clave para Cantabria, compensando o mitigando el envejecimiento general. Por lo tanto, una "integración fallida" no es solo un problema social o ético, sino un riesgo económico y de sostenibilidad para la comunidad.

3. Preguntas Clave: Si la integración percibida como "fallida" se debe a la precarización, la segregación residencial, las barreras administrativas o la falta de reconocimiento mutuo, la respuesta debe ser sistémica. Debemos debatir si estamos diseñando políticas de inclusión con visión de futuro o si simplemente estamos gestionando la existencia de personas migrantes en lugar de su plena participación como ciudadanos.

En conclusión, el crecimiento demográfico de la población extranjera no es un fenómeno coyuntural, sino una realidad consolidada que exige revisar con urgencia la efectividad y profundidad de nuestras políticas de integración.


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