Evolución de la población extranjera por nacionalidades


 Esta diapositiva, que muestra la evolución de las principales nacionalidades en Cantabria entre 2015 y 2024, revela que la inmigración en la comunidad es un fenómeno heterogéneo y cambiante, lo que complejiza el concepto de "integración fallida".

1. El Declive y el Ascenso: Un Retrato Cambiante

El análisis de esta tabla destaca dos dinámicas opuestas:

Declive de Rumanía: La población rumana, que en 2015 era claramente la más numerosa (5.876), ha experimentado una reducción significativa hasta 2024 (5.449). Este fenómeno suele estar ligado a la adquisición de la nacionalidad española, al retorno o, muy frecuentemente, a la movilidad intracomunitaria hacia otros países europeos.

Crecimiento Exponencial de Colombia: La nacionalidad colombiana es el motor de crecimiento más visible, pasando de 1.948 personas en 2015 a 6.639 en 2024. Este aumento de más del triple la convierte en la principal nacionalidad extranjera en la región, superando a la rumana.

2. El Impacto en la Integración

La integración no puede ser un "talla única". La composición demográfica influye directamente en los desafíos:

Integración Comunitaria vs. Integración Laboral: La población rumana, siendo mayoritariamente de origen europeo, puede enfrentar menos barreras administrativas y de homologación de títulos (integración comunitaria), pero sí desafíos importantes de integración laboral en sectores específicos (agricultura, construcción).

Integración de Reciente Flujo: El gran aumento de colombianos, venezolanos y peruanos (que también duplican su presencia) plantea retos de integración inmediata. Estos colectivos, con mayor presencia de refugiados o solicitantes de asilo, a menudo requieren un acompañamiento sociolaboral más intenso y rápido para superar la precarización y la espera burocrática.

Diversidad Cultural: La convivencia de un colectivo europeo asentado (Rumanía), con colectivos hispanohablantes de reciente llegada (Colombia, Venezuela, Perú) y poblaciones con fuertes lazos culturales y religiosos (Marruecos, que también crece de 1.862 a 2.250), requiere políticas de integración diferenciadas que aborden desde el racismo institucional hasta las barreras de idioma y la validación de cualificaciones.

3. Conclusión para el Debate

La pregunta "¿Qué hacemos mal?" se debe enfocar en si nuestras políticas se están adaptando a esta realidad cambiante.

Cantabria ha cambiado su perfil de inmigración en la última década, pasando de una mayoría europea a una mayoría latinoamericana. Si la integración está fallando, quizás sea porque nuestras estrategias están ancladas en modelos desactualizados, sin capacidad de respuesta rápida a los nuevos perfiles migratorios, que llegan con distintas motivaciones, necesidades de apoyo y un capital social diferente al de los flujos migratorios anteriores.


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