Publicado en elDiario.es el 24 de febrero de 2025
Por Olga Agüero periodista y miembro de la U.P.P.
Los recursos son limitados, proclaman desde el Gobierno de Cantabria. Pero, al parecer, solo para algunas cuestiones mientras que para otras prácticamente ha habido un cheque en blanco.
“Los recursos son limitados”, proclama habitualmente el consejero de Vivienda, Roberto Media (PP). Pero, al parecer, solo para algunas cuestiones mientras que para otras prácticamente ha habido un cheque en blanco. Son limitados para dar ayudas al alquiler, que ahora recibirán muchas menos personas puesto que han reducido el umbral de ingresos para optar a ellas. Ahora ya solo tendrán derecho quienes ganen menos de 25.200 euros. Es decir, que en vez de incrementar las ayudas en esta época de alquileres por las nubes, la solución del Gobierno de Cantabria es reducirlas, mientras esperamos a que de una vez por todas alguien ponga la primera piedra de las 212 viviendas que llevan año y medio anunciando. Porque a este paso se acaba la legislatura sin que se haya puesto un solo cimiento.
Los recursos también son limitados para los docentes, cuyas reivindicaciones salariales no se atienden. Pero para subir el salario de los médicos no hubo problema. Fue tan sencillo que se lo dieron prácticamente sin pedirlo. Ni siquiera hizo falta negociación. En cambio, con los profesores, que también son funcionarios públicos, la reivindicación salarial no fluye con idéntica generosidad. Con ellos, que sí lo reclaman, el Gobierno del PP ha sido más cicatero.
No vamos a malpensar que haya podido influir su proverbial alergia a los colegios públicos para niños sin pedigrí. Es más, la Consejería de Educación parece reprocharles que trabajan poco porque, con los profesores en la calle, casualmente se sacó de la manga (estrecha, en este caso) un informe que dice que los docentes cada vez faltan más al trabajo y que las bajas nos cuestan mucho dinero. Así, sugirió la esperpéntica ocurrencia de que pagar un plus de 240 euros a quienes no cojan bajas, a los sanos.
Si el consejero considera -como parece deducirse de esta maniobra- que los profesores cogen muchas bajas debería dirigir la mirada a los médicos que las firman, cuyo trabajo está poniendo en cuestión. Aún así, nótese la doble vara de medir, porque a estos les han aplicado el aumento de sueldo sin entrar a considerar si cumplen su horario laboral o no y si sus actividades privadas comprometen sus obligaciones públicas.
La cuestión es que el Gobierno cántabro al mismo tiempo que dice que los recursos son limitados -para los profesores o las ayudas al alquiler- aprueba subir el sueldo hasta seis mil euros anuales a 200 funcionarios de consejerías: asesores, jefes y coordinadores, a los médicos y, de postre, rescata instituciones y empresas privadas: 4,5 millones para el periódico Alerta; 5 millones para la Cámara de Comercio de Santander; 1,5 millones para que Amica supere la quiebra y otros 14 millones para dos edificios en el parque científico y tecnológico.
¿Cómo se quedan? ¿De piedra? Eso puede salvarles. Porque, aquí, más que personas se rescatan edificios, estructuras, inmuebles. Ahora, bien, no le pidan ustedes que les salven del hambre y del frío. El dinero público está, como se comprueba en sus acciones, preferentemente al servicio de algunos privilegiados. Poca mano izquierda y mucha mano derecha.
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